Una veintena de geólogos valencianos, la mayoría de ellos ya jubilados o profesores de Secundaria, de manera totalmente altruista y solidaria están metidos en el barrodesde el día después de ladevastadora riadade laDANAdel 29 de octubre. Están realizando un intenso trabajo de campo,recogiendo multitud de datos sobre la altura máxima que alcanzó el nivel del aguaen algunos de los municipios anegados con el fin derealizar "unaautopsiade la inundación, reconstruyendo la dinámica de la avenidaantes de que las tareas de limpieza borren el rastro de la crecida", explica Policarp Garay, delegado en la provincia de Valencia delIlustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG)y miembro del equipo organizador de las jornadasGeolodíade difusión y promoción de la Geología en la Comunitat Valenciana.
"A pesar de que somos minoría en Valencia, porque nunca ha habido facultad ni licenciatura de Geología en nuestras dos universidades públicas, y además, elICOGes estatal y su sede está en Madrid,los geólogos valencianos estamos todos estos días y semanas a pie de obra, en las zonas afectadas por las riadas, ayudando directamente en las obras de reparación de las infraestructuras dañadasdesde las oficinas técnicas y las delegaciones de los organismos estatales en Valencia, como laConfederación Hidrográfica del Júcar (CHJ)y elInstituto Geológico y Minero de España (IGME)-CSIC, puesnuestra presencia en la administración valenciana es residual", lamenta.
Escasos la administración valenciana
Garay se jubiló hace un año y medio como director conservador delParque Natural de la Serra Calderonatras 35 años de servicio en la Generalitat, donde dice que"ya solo queda un geólogo y se jubilará pronto". "En la Diputación de Valencia, que había cuatro, ya no hay ninguno,mientras que en la Diputación de Castellón son dos y uno de ellos está a punto de jubilarse, y no me consta que ningún ayuntamiento de la provincia de Valencia haya ningún geólogo", relata.
La campaña recogida de datosin situpara poder evaluar el alcance real de las diferentes ondas de la avenida la están realizandouna docena de geólogos en Aldaia, Algemesí, Paiporta y Picanya. También planeanextenderla a Benetússer. Otros miembros del equipo están recopilando datos de pluviómetros, de aforo de caudales y elaborando la topografía de las zonas anegadas de cada municipio a partir de Sistemas de Información Geográfica (SIG) que incluyen lacartografía de las áreas inundables.
Tras las huellas de la crecida
También están recopilandofotografías de los cauces desbordados en la que han encontrado huellas deripple-marksu ondulitas, estructuras sedimentarias que se forman por la acción de una corriente de agua sobre un sustrato de arena suelta. Acostumbrados a trabajar en escalas de millones de años, las ondulitas que estudian son las huellas de corrientes y del viento fosilizadas en rocas sedimentarias. Ahora quierenaplicar sus conocimientos y técnicas sobre ondulitasvivascon el fin de determinar a partir de su forma la dirección y velocidad de la corriente.
Tres metros de agua en Paiporta
Garay cuenta queen Paiporta el nivel máximo de altura del agua de la inundación que han medido hasta ahora "es de casi tres metros, pero en la mayoría de zonas anegadas que hemos recorrido supera los 2 metros".En Aldaia, continua, "la cota máxima de la altura que alcanzó el agua que hemos registrado por el momento es de 1,80 metros, encontrándonos con muchas medidas superiores al metro y medio".
Con el fin de conocer la dinámica de las inundaciones,complementan estos registros con testimonios de los afectados. Una tarea en la que los teléfonos móviles se han convertido en pieza clave, pues "está registrado el momento en el quellamaron a sus familiares o amigos para avisarles que sus calles se habían convertido en ríosy las horas a las que grabaron los vídeos de la crecida".
Con toda esta información y las mediciones de campo de la altura de la riada están tratando dedeterminar cómo fue la evolución de la crecida e identificando las ondas de avenidaque hubo. Los resultados preliminares que ya hemos obtenido, avanza Garay, "es que fueron crecidas muy rápidas" de forma sucesiva y que"la dinámica fluvial de la inundación fue diferente en cada municipio, dependiendo no solo de los cauces de los barrancos sino también de la orientación de infraestructuras como carreteras o las vías del tren".
Varios flujos en Aldaia
Así, por ejemplo, en el caso deAldaia ya han identificado varios flujos de avenida además del desbordamiento del barranco de la Saleta, que pasa encauzado por el núcleo urbano. Apunta que otras partedel municipio, como la calle mayor, "se convirtieron en ríos por el desbordamiento de otros barrancos aguas arriba".En Paiporta, añade, "primero se desbordó el barranco de Chivaen sus dos márgenes a la vez y luego, a los pocos minutos,una segunda onda de la crecida entró en el casco urbano procedente de la parte norte, posiblemente por el desbordamiento de este mismo barranco aguas arriba".
Esta segunda ola de la crecida la han localizado al comprobar que la altura del nivel de agua iba descendiendo a medida que se alejaban del cauce, pero "en un determinado lugar volvían a aumentar los niveles". Este picolo han podido atribuir a un flujo secundario gracias a los testimonios de afectadospor la avenida, que les han aportado un vídeo de la llegada de la crecida que grabaron con el móvil.
Ayuda a la población
Además de intentar conocer cómo ha sido el proceso de la riada en los municipios afectados en los que están trabajando, Garay señala quelos datos de máximos niveles de inundación que están recopilando también los podrán a disposición de la población afectada "para que los puedan hacer servir a la hora de justificar y recabar ayudasy compensaciones de seguros".
Con este estudio del proceso de inundación, Garay insiste en quelos profesionales valencianos de la Geología quieren aportar sus conocimientos a la prevención de futuras crecidas, que destaca que "van a ir a más con elcambio climático". Además, están trabajando con los ayuntamientos y laUniversitat de Valenciapara presentar las conclusiones de este trabajo en unas Jornadas Geológicas sobre las Inundaciones del 29 de octubre de 2024 en la provincia de Valencia. Unas jornadas, avanza, que tendrán lugar en el 2025, "tan pronto como la recuperación de los edificios municipales lo permitan". Un encuentro, concluye, enfocado "aexplicar lo sucedido y para proponer soluciones y medidas que permitan afrontar, de la manera más segura y responsable, el reto que se nos presentadesde ahora sobre estas poblaciones y muchas otras que esta vez se hanlibradode inundaciones".
TEMAS
- Valencia
- inundaciones
- Geología
- Infraestructuras
Comenta esta noticia